Lobo confirma sobre armas en el Bajo Aguán
En marzo, LA PRENSA alertó sobre la conformación de una célula guerrillera en la zona
BAJO AGUÁN, HONDURAS
LA PRENSA lo difundió en marzo y ayer lo confirmó el propio presidente Porfirio Lobo Sosa: grupos fuertemente armados son entrenados en el extranjero para sembrar el terror en el Bajo Aguán.
En Consejo de Ministros, Lobo difundió ayer los informes de inteligencia que establecen que en el sector circulan unas mil AK-47 y otro número de fusiles M-16 que estarían en manos de grupos que han sido entrenados en la lucha armada en el exterior del país.
Especial: Terror en el Bajo Aguán
El mandatario reveló que los informes provienen de una operación que se ha hecho desde hace varios meses en la zona del Aguán y de la que se tenía amplio conocimiento, pero no había sido oficializada por el Gobierno.
“Ésta no es una operación improvisada. Venimos trabajando hace meses y tenemos información de que en la zona circulan unas mil AK-47, también M-16 en menor número y sospechamos de otro tipo de armamento más pesado todavía”, advirtió Lobo.
“Ahorita estamos afinando la información con las indicaciones de esto, pero están recibiendo entrenamiento en lucha armada, por eso iniciamos una operación masiva que va a durar el tiempo que sea necesario hasta que demos con todos los depósitos de armas que hay en la zona y que le pongamos fin a las muertes que han estado habiendo en los últimos meses”, indicó.
Entrenados en el extranjero
Lobo aseveró que el Gobierno no tolerará ninguna situación irregular en Colón y advirtió que sea quien sea que tenga armas prohibidas tendrá que ir a la cárcel para garantizar tranquilidad en el Bajo Aguán.
“Hay rastro de gente que ha estado viajando fuera de Honduras a recibir entrenamiento. Todo eso lo tenemos ubicado, incluso los lugares donde se están entrenando fuera de aquí de Honduras. Es una gran cantidad de armas que hay y vamos tras de eso”.
El gobernante hondureño afirmó que los operativos policiales y militares se van a mantener hasta que retorne la paz.
“Les informo que vamos a estar allí el tiempo que sea necesario, con el personal que sea necesario, hasta volver a la normalidad la zona del Bajo Aguán, y que sea quien sea que tenga las armas, si son los del crimen organizado, el narcotráfico, los empresarios, cualquiera que tenga las armas de grueso calibre, va fijo, es decir, vamos a caerle encima”, advirtió el mandatario.
Dimos la alerta
Un informe de inteligencia publicado en exclusiva por LA PRENSA en marzo pasado establecía que detrás de las tomas de tierra en el Bajo Aguán estaba el apoyo de “movimientos de izquierda, entrenamiento de la guerrilla colombiana” y hasta presunto financiamiento estratégico del narcotráfico.
“Varios miembros de estos gremios organizados, los más radicales, han hecho una alianza estratégica con el narcotráfico de la zona para obtener protección, recursos económicos y armas para sus actividades.
A cambio, los narcotraficantes invierten en un proyecto político que, de triunfar, les dará completa libertad de maniobra en Honduras”, señalaba el informe de inteligencia.
El apoyo y adoctrinamiento de estos grupos campesinos armados viene de “una estructura montada en la región” que, según el documento, incluye a maestros radicales.
El documento explica que durante el proceso de la reforma agraria varias cooperativas campesinas fueron organizadas en esta región despoblada del país, la más grande fue Coapalma, creada en 1981 y dedicada a la producción de palma africana.
“Esta cooperativa campesina en su mejor momento monopolizó este sector productivo en todo el país, aglutinando 54 cooperativas campesinas hasta que la corrupción interna y la incapacidad administrativa los llevó a venderla por pedazos en 1993. Coapalma se vendió en su gran mayoría a las empresas Agropalma del nicaragüense René Morales y a la Exportadora del Atlántico de Miguel Facussé.
Desde recientes años, debido al gran éxito de este cultivo subiendo su precio en un 500 por ciento en los últimos 15 años, algunos miembros de las antiguas cooperativas campesinas pretenden recuperar sus tierras aduciendo que se les pagó muy poco por ellas”.
La situación
“Desde el mes de diciembre (2009), en el ocaso de la crisis política, los grupos campesinos... retomaron sus intenciones de recuperación de tierras e invadieron una veintena de fincas que pertenecieron a la antigua Coapalma, de las cuales algunas de las más importantes son Despertar, San Esteban, Trinidad, Suyapa, Guanchías, Buenos Amigos y Tarros. Es un hecho que poseen armas de grueso calibre y que están dispuestos a usarlas como se ha comprobado en algunos enfrentamientos con las fuerzas del orden.
Toda esta situación ha afectado la economía regional, causando pérdidas de miles de dólares diarios a las empresas, ahuyenta la inversión extranjera e incrementa la sensación de inseguridad y fragilidad política en la región y el país”, se lee en el informe de inteligencia.
De acuerdo con la información, estos grupos de campesinos mantienen puestos de vigilancia en las entradas a las fincas y puestos de observación dentro de las plantaciones de palma y poseen escopetas 12, fusiles calibre 308 y pistolas de varios calibres.
“Se obtuvo información que... están obteniendo armas para organizar una subversión... y que esperan unos instructores de las Farc para recibir adiestramiento en granadas y armas”, advertía el informe publicado por LA PRENSA hace nueve meses.
Buscan armas
La Operación Tumbador instalada en el Bajo Aguán intervino ayer las instalaciones del Instituto Nacional Agrario, INA, en la zona conocida como Sinaloa en Colón.
Unos 300 efectivos del Ejército y la Policía allanaron las instalaciones en busca de armas de grueso calibre.
La Fiscalía también se incorporó al operativo en el que se rompieron candados de las oficinas para revisar los edificios uno a uno. Dos helicópteros llegaron hasta el lugar, pero se desconoce quién llegó en ellos.
Las oficinas ahora serán manejadas por una junta interventora encabezada por Pompeyo Bonilla y José Zelaya, ya en el cargo.
MP está obligado a investigar: Rubí
El fiscal general de la República, Luis Alberto Rubí, señaló que el Ministerio Público está obligado a investigar la denuncia pública del presidente de Honduras, Porfirio Lobo, quien señaló que gracias a trabajo de inteligencia de la Policía, el Ministerio de Seguridad y las Fuerzas Armadas detectaron la formación de grupos armados en el Bajo Aguán, además de la presencia de más mil fusiles AK-47 en depósitos de la zona.
“Quien porte armas prohibidas por la ley definitivamente será enjuiciado. Las penas no dan lugar a que se le apliquen medidas. A la persona que se le encuentre armas prohibidas le caerá todo el peso de la ley”, puntualizó.
Tras pistas de células de las Farc
El director de la Policía Nacional de Honduras, José Luis Muñoz Licona, afirmó que están tras la pista de células guerrilleras de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, Farc, las cuales estarían comandando los actos violentos registrados en el Bajo Aguán.
Licona manifestó que están tratando de identificar todos los sucesos presentados en el último año en la zona donde se ha utilizado el rifle de asalto AK-47, que es un arma prohibida en Honduras.
“Nuestra misión es mantener el orden para evitar que se sigan perdiendo más vidas humanas en el área”, señaló. Aseguró que los operativos para detectar las armas continuarán en la zona.
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